domingo, 1 de mayo de 2011

¿Es conveniente que las madres trabajen fuera del hogar?

"Quien mucho abarca poco aprieta"
Proverbio de siglo XIV

Permítete hacer una sola cosa cada vez;
de hecho, es lo único que puedes hacer.

Me sorprende que todavía me hagan esta pregunta. Se trata madres del S.XXI con sentimiento de culpabilidad por intentar satisfacer sus necesidades profesionales y/o para contribuir al soporte económico familiar.

MADRES TRABAJADORAS (fuera del hogar). Qué respuestas ofrece la investigación psicológica.
Uno de los rasgos predominantes de la vida familiar en las últimas décadas ha sido el enorme aumento del empleo femenino fuera del hogar (trabajo siempre ha tenido). Es lógico preguntarse cómo puede influir ello en l@s hij@s: ¿Es conveniente que las madres trabajen fuera del hogar? Cuanto menores son l@s niñ@s, mayor es la preocupación sobre los posibles efectos del trabajo de la madre.
Los estereotipos culturales que ligan a la madre al hogar y a l@s hij@s no son apropiados en una sociedad en la que cada vez mayor número de madres ha decidido buscar empleo fuera del hogar.
Son numerosos los estudios en los que se ha investigado la medida en que la ausencia de la madre trastorna la relación que el bebé tiene con ella.
“La naturaleza de la investigación sobre este tema ha experimentado un cambio radical en los dos decenios… En la actualidad se concede credibilidad a la posibilidad de que también produzca ganancias, además de pérdidas, y el mito de que el empleo de la mujer implique necesariamente una forma de privación maternal se está por fin desintegrando”  (Schaffer, 1990).
Muchas madres no tienen opción. En concreto cuando son la cabeza de familias monoparentales o en familias que requieren que los dos progenitores trabajen, que son la mayoría.

GANANCIAS DEL EMPLEO FEMENINO
La independencia económica de la madre y el estímulo y social que ofrece un empleo es una razón de peso para el bienestar y la autoestima de la madre. De hecho, la incidencia de depresión en mujeres es extremadamente elevada en madres que permanecen en el hogar y tienen un reducido acceso a estímulos externos. El debate sobre la madre que accede al mundo laboral no debería centrarse sólo en los efectos en l@s niñ@s, sino también en los efectos en las madres. Una madre frustrada y deprimida servirá de poco a su hij@ si permanece en el hogar contra su inclinación. La satisfacción de la madre con el papel que asuma es importante porque contribuye a que la relación con su hij@ sea más positiva.
Hay que admitir que ser trabajadora y madre puede resultar agotador. El apoyo es fundamental. El papel de los papás es muy importante y, afortunadamente para madres, padres e hij@s, cada vez más ellos se implican en mayor medida en el cuidado y educación de l@s hij@s. Compartir las responsabilidades domésticas y familiares servirá de ejemplo a l@s hij@s que verán como natural que las madres también trabajen fuera de casa y que los padres también trabajen en casa.

CONCLUSIONES
Es evidente que la maternidad no tiene porqué ser una actividad que ocupe las 24 horas del día; por otro lado, tampoco el trabajo debería ocupar todo ese tiempo. Las investigaciones concluyen que l@s niñ@s no van a verse perjudicados por la ausencia diaria de la madre debido a su trabajo fuera del hogar. No es tanto la cantidad como la calidad de la interacción lo que cuenta y, por tanto, se debería prestar atención a la mejora de esta calidad. No hay razón por la que las madres de niñ@s pequeñ@s deban resignarse a permanecer en casa, ni razón por la que si tienen un empleo deban sentirse culpables. Siempre que l@s niñ@s mantengan una relación continua con ellas, el hecho de que les atiendan otras personas no produce necesariamente efectos negativos e incluso puede constituir una experiencia enriquecedora.
Sólo se ha abordado la posibilidad de efectos perjudiciales en niñ@s menores de un año. Sin embargo, deben tenerse en cuenta otras consideraciones, por ejemplo, que la madre trabaje a jornada completa y muy extensa. Además, no hay absoluta unanimidad en los diferentes estudios.

5 comentarios:

  1. Tenemos una gran oportunidad para seguir estudiando los efectos que puede llegar a producir en l@s niñ@s la ausencia de la madre o del padre, lo penoso es que en pleno siglo XXI no se ofrezcan las suficientes ayudas a las madres o padres que deciden tener un hijo o dos, para que puedan pasar con ellos la cantidad de horas suficientes para que la educación de los hijos sea de una calidad inmejorable!:) Muy buen artículo!;)

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  3. Gracias Rafa por tu aportación. En mi opinión, el cambio social nos implica a todos, hombres y mujeres. Esta cuestión entre madres trabajadoras/padres trabajadores se aborda desde una situación de conflico cero: lo que gana uno lo pierde el otro; y eso no es en absoluto así. Las madres hemos conocido el ámbito público, aunque no será en igualdad de condiciones hasta que los padres entren en el mundo privado (doméstico y familiar). Cuando ese día llegue y a una empresa le dé lo mismo contratar a un hombre que a una mujer y en las mismas condiciones de salario y categoría, ese día la sociedad habrá dado una gran paso. A mi modo de verlo.

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  4. Esta tarde hablábamos de este tema una amiga y yo… Ella afirma que es imposible compaginar la maternidad con un trabajo "enriquecedor" (en su caso enriquecedor es poder dedicar horas a investigar, asistir a cursos-conferencias en diferentes ciudades/países etc etc).

    Al final nuestro debate era… ¿puede considerarse que una mujer que lleva una vida como Carme Chacón (con muchas horas de trabajo y la obligación de viajar) puede ser una buena madre?

    Ella opina que el hijo siempre podrá echarle en cara que prefirió hacer de ministra que de madre. Yo opino que el niño en el futuro podrá afirmar orgulloso que su madre fue capaz de compaginar un trabajo exigente con la maternidad (aunque algunos años lo "cuidara" más "papá" que "mamá)"

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    1. Miguel, pensaba que te había respondido a tu aportación tan acertadísima. Revisando el blog, he visto que no.

      Tú amiga y tú habéis dando en el clavo: Conciliación para mujeres con cargos de alta responsabilidad. Hablais de Carme Chacón; en estos momentos Soraya Sáenz está en la misma situación. Como ellas, muchas mujeres con puestos de alta dirección.

      Esta temática está generando mucha investigación y literatura al respecto.

      Cualquiera de las opciones que se barajen, necesitará pasar por una revisión de los horarios y de las jornadas laborales. L@a español@s tenemos mucho que aprender de otros países del norte de Europa; de hecho, ya se apunta en esta dirección. Ojalá que el cambio social se vaya produciendo. Mientras tanto, y por indicar un sector laboral que conozco, seguiremos teniendo más mujeres estudiantes, un porcentaje similar entre hombres y mujeres en puestos base en la jerarquía académica y, a media que se sube el escalafón, la presencia de las mujeres se va reduciendo a la mínima expresión. ¿Cuántas rectoras hay en las Universidades españolas?

      En cuanto a producción científica, las profesoras universitarias presentan un bajón considerable que corresponde a sus años de maternidad y cuidado de hij@s pequeñ@s.

      En el resto de sectores, se da el mismo patrón. ¿Qué porcentaje de mujeres con puestos de alta dirección hay respecto a los varones? Y las que llegan, ¿a qué coste lo consiguen?

      En fin, que queda un camino. Aunque soy optimista. Depende mucho de vosotros, los hombres.

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